La privacidad de los datos está evolucionando de ser una iniciativa de cumplimiento normativo a un imperativo para la confianza de los clientes. A nivel empresarial, el valor principal de los programas de privacidad de datos de fase temprana es mitigar el riesgo garantizando el cumplimiento de la normativa externa y la política interna. A medida que los programas van madurando, la privacidad de los datos también se convierte en un impulsor estratégico de la confianza del cliente.
Cuando un individuo confía en que una empresa está utilizando sus datos de forma responsable, este está dispuesto a compartir más datos, lo que permite que la empresa pueda aumentar su compromiso con el cliente, fidelidad y valor durante su vida útil. Este ciclo virtuoso de ganar, retener y reforzar la confianza del cliente para desbloquear el valor de los datos es el objetivo estratégico de todo programa de privacidad de datos maduro. Además, la creciente huella de la regulación, la urgencia de crear conjuntos de datos propios y la responsabilidad de gestionar de forma ética los modelos de IA que consumen muchos datos han aumentado la importancia de lograr que la privacidad de los datos sea la correcta.
Sin embargo, la privacidad es un viaje, no un destino; requiere la mejora continua y la alineación con las prioridades de la empresa. El modelo de madurez de la privacidad de datos de OneTrust captura este viaje en cuatro fases. Las primeras fases de la madurez del programa de la privacidad de datos se centran principalmente en operaciones reactivas, a menudo manuales, que se centran en el cumplimiento de los requisitos normativos de la base de referencia. A medida que las organizaciones van madurando, estas elevan sus programas de privacidad de necesidades tácticas a facilitadores estratégicos que se centran en desbloquear el valor de los datos a nivel empresarial. Veamos más de cerca cómo puedes utilizar este modelo para trazar tu camino hacia la madurez de la privacidad de los datos.